Llamados a Contar Sus Maravillas
- Luz Angela Garcia
- 26 mar
- 2 Min. de lectura
“y de Jesucristo el testigo fiel” - Ap. 1:5
“¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?”- Rom 10:14
Jesús es El Testigo Fiel y Verdadero porque con Su Vida y Sus Palabras testificó del Padre y lo dio a conocer. Los testimonios son hechos para ser contados, muchas veces la historia, sin necesidad de sermones, le predica a los demás. Una historia, pequeña o grande, sobre lo que Dios ha hecho, es suficiente para dar a conocer a Dios, sumado a vivir como testigos fieles, al igual que Jesús.
No podemos dejar de contar sus maravillas, sus obras fueron hechas para ser contadas, para ser cantadas, para que corran como un buen rumor y en vez de generar miedo, generen esperanza, ganas de vivir, y lo más importante: que Dios sea revelado, dado a conocer.
Jesús le dio veracidad al testimonio de Sus Palabras dando su vida por otros. La palabra hebrea para “testigo” es martys, la raíz de la palabra “mártir” en español. Estamos llamados a testificar de Jesús, a ser testigos fieles, como Él; testificando con nuestra boca y con nuestra vida. Por esto, Jesús fue El Testigo Fiel y Verdadero, porque Sus Palabras, Sus obras y Su Vida hablaban del Padre.
Jesús dijo que si no le creían a Él, le creyeran a Sus obras, lo que revela que testificar tiene una capa adicional de profundidad: que si somos testigos fieles y verdaderos, nuestras obras hablarán.
Esta es una invitación a contar a otros de Jesús, a orar por los que lo necesitan, a traer una palabra de aliento, a visitar un enfermo o a un encarcelado.
Creo que esta obra es testigo de nuestra creencia, de nuestra fe, de Cristo.

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